Fecha publicación en la web: 08/12/2019 | 1.098 Visitas
Tomás García Pérez (1851-1934)
La inmensa mayoría de los aloreños, especialmente los jóvenes, saben donde están las calles de nuestra localidad, como Benito Suárez, Bootello, Juan Naranjo o Tomás García (Don Tomás, para los viejos), pero ignoran los personajes que dieron sus nombres a las citadas vías. Doy a conocer la personalidad de este último.
Don Tomás García Pérez, de la familia Estrada-Urraco, nació en nuestra ciudad sobre el año 1851. Ante todo diré que fue durante muchos años Hermano Mayor de nuestra Archicofradía, abogado con bufete montado, alcalde, jefe provincial del Partido Conservador, labrador y empresario muy emprendedor.
Como Hermano Mayor de Jesús de las Torres fue ejemplar, me contaba mi amigo don Tomás Pérez García (jesuita de pro, del cual algún día contaré su biografía en esta sección), que don Tomás, aunque ya no era ni siquiera directivo, seguía haciendo, y mucho, por la hermandad. Cuando los gastos eran desorbitados, acudían a él y le rogaban: Don Tomás, se ha gastado lo que no había. Y él, sin alardes, les contestaba con sinceridad y naturalidad: No os apuréis, yo cubriré lo que falta y abonaba acto seguido lo que se adeudaba.
Como político fue modelo de honradez: basta con una coplilla que le compuso el popular poeta del pueblo llano, Miguelito Escalona:
En este pueblo señores
Hay dos cosas que envidiar:
La Virgen de la Cabeza
Y la alcaldía de Don Tomás
Como labrador y empresario fue un paradigma en el que se deben mirar todos los hombres de negocio de Álora, pues no solo aumentó el patrimonio heredado, sino que tuvo visión acertada del futuro. Teniendo bodegas de vino, la filoxera arrasó las viñas, arruinando el negocio; él no se arredró, sino que convirtió las bodegas de vino en fábricas de aceite, que las llamó Santo Tomás, creando numerosos puestos de trabajo y construyendo casas para sus obreros, formando una calle a la que le dio su nombre.
Estaba casado con doña María Josefa Zamudio Fontalba, natural de Peñarrubia, del que tuvo cuatro hijos: Tomás, que siguió la carrera judicial y llegó a Fiscal del Tribunal Supremo de Justicia; José, abogado que heredó el bufete paterno, fue abogado de la Hidroeléctrica y del Ferrocarril, y durante mucho tiempo también Hermano Mayor de Jesús; Francisco, que rea médico, muriendo joven y Dolores, con la cual murió.
La Purísima, en su día 8 de diciembre de 1934, cogió de la mano, a su querido hijo Tomás, a los ochenta y dos años de vida y lo llevó a la presencia de su amado Padre Jesús de las Torres. Desde a gloria, está pidiendo por su muy querido pueblo y por su queridísima hoy día, Archicofradía.
Regino Antonio Bootello Miralles